Reducir la contaminación

Aunque estemos acostumbrados a que el agua brote del grifo, no sucede así en todas partes. Reducir la contaminación y depurar correctamente las aguas es un paso fundamental para evitarlo: de aquí a 2030, el compromiso global es mejorar la calidad del agua reduciendo la contaminación, eliminando el vertimiento y minimizando la emisión de productos químicos y materiales peligrosos, reduciendo a la mitad el porcentaje de aguas residuales sin tratar y aumentando considerablemente el reciclado y la reutilización sin riesgos a nivel mundial. Cuando el agua no se trata o está contaminada, se multiplica el número de enfermedades. Hoy, según Naciones Unidas, 3 de cada 10 personas en el mundo carecen de acceso a servicios de agua potable seguros y 6 de cada 10 a instalaciones de saneamiento gestionadas de forma segura.

 

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