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El hilo azul que une a la población

11/07/2025

El hilo azul que une a la población

  • Frente al aumento de la población y el estrés hídrico, Aqualia ha adoptado medidas para reducir su huella de carbono y alcanzar la neutralidad climática en 2050, como detalla en su Informe de Sostenibilidad 2024
  • Aqualia ha logrado que el 45 % de su consumo energético provenga de fuentes renovables, evitando así miles de toneladas de emisiones de CO₂. 
  • Con una inversión de más de 18 millones de euros en 2024, la compañía ha implementado tecnologías como la telelectura y plataformas de gestión de activos que optimizan recursos, reducen emisiones y mejoran la eficiencia operativa. 
El hilo azul que une a la población

Hace 35 años la Asamblea General de las Naciones Unidas establecía el 11 de julio como Día Mundial de la Población para centrar la atención en la importancia de las cuestiones relacionadas con la población y reflexionar sobre los desafíos que plantea su crecimiento en distintos servicios como la educación o la salud. Aunque los organismos públicos tienen la principal responsabilidad de planificar y gestionar el crecimiento demográfico, las empresas también desempeñan un papel significativo, ya que sus decisiones impactan directamente en las personas y el entorno en el que habitan. 

Por la propia naturaleza de su actividad, las compañías que gestionan el agua tienen especialmente presente que su labor está intrínsecamente unida al cuidado del planeta y de las personas. El agua es parte del ecosistema y, a su vez, es un elemento que aporta salud, hace crecer los cultivos y hace funcionar la industria. Es un hilo azul, invisible pero esencial para la vida, que conecta civilizaciones a través del tiempo y a lo largo de todo el planeta. Es por ello por lo que la gestión sostenible del agua resulta clave tanto para el desarrollo socioeconómico como para la supervivencia.

El crecimiento poblacional supone un reto aún mayor en combinación con el creciente estrés hídrico. Somos más, pero parece que cada vez habrá menos agua. Desde el año 2000, la Unión Europea ha tratado de resolver esta cuestión a través de la Directiva Marco del Agua, cuyo objetivo es garantizar la calidad de las aguas europeas y a la que se adhieren las compañías gestoras del recurso. Una de esas compañías, Aqualia, ha logrado un avance significativo en su hoja de ruta hacia la descarbonización gracias a una estrategia basada en la eficiencia energética, el uso de fuentes renovables y la transformación del ciclo del agua en un modelo bajo en carbono.

En 2024, la compañía ha reducido un 3,75% sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) respecto al año anterior, evitando así una cantidad de dióxido de carbono (CO2) equivalente a la quema de unos 15.700 litros de gasolina. El objetivo de Aqualia es lograr la neutralidad de emisiones de CO2 en el año 2050. 

Una de las líneas de actuación es la sustitución progresiva de los vehículos de la compañía por vehículos de bajas emisiones, con el compromiso de que en 2030 ya supongan la totalidad de la flota. A final de 2024, estos vehículos ya representaban el 33% de la flota de la compañía, y ya había más de 1.000 de esta tipología en los distintos servicios de Aqualia en España.

El binomio con la energía

La energía es absolutamente esencial para el sector del agua porque permite que el recurso se capture, se trate, se distribuya, se recoja y se depure, etapas que requieren procesos mecánicos, eléctricos o químicos que consumen energía. Por eso la eficiencia energética y el uso de fuentes renovables se han vuelto prioridades estratégicas para estas compañías.

En Aqualia, el 45% del consumo total de energía de sus operaciones propias tuvo como origen las energías renovables (744.803 MWh de un total de 1.649.365 MWh). La cantidad de energía renovable desde generación propia, PPA (acuerdo de compraventa de energía renovable a largo plazo) o adquisición creció un 50 % en 2024 con respecto al año anterior.

La compañía produjo por sí misma un total de 306.101 MWh de energía renovable el pasado año, evitando la emisión de 23.047 toneladas de CO2 equivalente, la mayor parte de ellas de los procesos de depuración. Las emisiones fueron evitadas en España, República Checa y Georgia por producción de calor (quema de biogás), generación eléctrica en turbinas, producción de energía renovable fotovoltaica y recuperación de energía en intercambiadores de presión.

Uno de los ejemplos más representativos de esta estrategia es Lleida, convertida en la primera ciudad española en servir agua con huella de carbono cero, tras certificar su neutralidad climática con AENOR. La depuradora local se ha transformado en una biofactoría capaz de generar energía, valorizar residuos y devolver agua regenerada al medio. Este modelo se está replicando en otras ciudades, como Jerez, Salamanca, Badajoz, Écija o La Línea de La Concepción, donde Aqualia impulsa la conversión de infraestructuras tradicionales en centros de economía circular a través de proyectos de reutilización de agua residual y desalación, contribuyendo a garantizar el suministro en contextos de estrés hídrico.

Además, desde 2016, cada cuatro años, Aqualia somete a auditorías energéticas a un conjunto de instalaciones que consumen más de un 85% del consumo total de la compañía, para hacer un seguimiento y detectar las oportunidades de mejora. 

No sin la digitalización

El Informe ‘Perspectivas España 2025’ publicado por KPMG en colaboración con CEOE, constata que, para el 69% de los empresarios y directivos encuestados, la principal prioridad de inversión para 2025 es la digitalización y las nuevas herramientas tecnológicas. En el mundo de la gestión del agua, no es menos. 

España está acelerando en el uso de las nuevas tecnologías de la información en el ciclo integral del agua, lo que poco a poco está permitiendo mejorar su gestión, aumentar su eficiencia, reducir las pérdidas en las redes de suministro y avanzar en el cumplimiento de los objetivos ambientales marcados por la planificación hidrológica y las normativas internacionales.

En Aqualia, uno de los pilares de esta digitalización es la implantación de sistemas desarrollados para gestionar el agua de forma eficiente, con una inversión en transformación digital de 18.647.051 euros en 2024, más de un 10% de mayor que el año anterior, siendo la telelectura la tecnología que se lleva el mayor porcentaje de esa inversión.

Una de las plataformas que componen ese sistema digital de Aqualia se encarga del mantenimiento y gestión de activos del servicio y permite que a través de ella se puedan planificar y gestionar trabajos y labores de mantenimiento, controlar el stock de almacén, realizar compras de material o inventariarlo. Gracias a la asignación de órdenes de trabajo al operario capacitado más cercano se reducen o incluso eliminan desplazamientos, con el consiguiente ahorro en combustible y reducción de emisiones de dióxido de carbono. Además, el sistema proporciona el geoposicionamiento continuo de la flota de vehículos para optimizar los recorridos y la asignación de órdenes. 

En España ya son más de 500 los servicios de Aqualia que utilizan estas aplicaciones de movilidad. En 2024 se ha realizado un gran avance en implantaciones y puesta en producción de esta herramienta global en las instalaciones, y en total se ha incrementado un 481% el número de ordenes gestionadas desde el módulo de mantenimiento. 

Organismos públicos y sector avanzan en esta misma dirección, como demuestra la puesta en marcha del tercer PERTE de digitalización del ciclo del agua, cuya resolución tendrá lugar el próximo septiembre. Estas convocatorias se configuraron como un proyecto estratégico con la previsión de movilizar en los próximos años 3.060 millones de euros en inversiones públicas y privadas para digitalizar el ciclo del agua. Gracias al modelo de colaboración público-privada, se han desarrollado múltiples propuestas para desarrollar e implantar nuevas tecnologías para la gestión sostenible del agua en distintos municipios de España.

En la segunda convocatoria, Aqualia resultó adjudicataria de cuatro proyectos de digitalización por un importe de 36 millones de euros. Más de 1,6 millones ciudadanos de municipios de Asturias, Cantabria, Canarias y Ciudad Real se beneficiarán de nuevas tecnologías pensadas para resolver situaciones críticas como controles de pérdidas de agua, prevención de inundaciones, sistemas de información cartográficos digitales o herramientas de inteligencia artificial. Además de mejorar la gestión del agua, estas actuaciones ahorrarán energía y reducirán las emisiones de CO2.

Tampoco sin trazabilidad

El conocimiento de los desafíos ambientales y del papel de las empresas ante ellos ha guiado a Aqualia en el diseño del Plan Estratégico de Sostenibilidad, que apuesta por la innovación, la digitalización y el desarrollo de soluciones y proyectos para reducir el consumo hídrico, optimizar la energía, reducir emisiones y proteger el ecosistema.

Además, la compañía ha cumplido recientemente los 25 años de la implantación de la norma ISO 14001, una herramienta que permite identificar los riesgos ambientales en cada servicio. Esta norma, acreditada por AENOR, es un estándar internacional que establece requisitos para un Sistema de Gestión Ambiental eficaz, y ayuda a las organizaciones a gestionar sus aspectos ambientales, prevenir la contaminación, y mejorar su desempeño ambiental de manera continua. La mejora de la gestión ambiental ayuda a reducir las pérdidas de la red y a incrementar la calidad de las aguas residuales que vuelven al medio natural. 

Aqualia recoge su desempeño y refleja la evolución de su Plan Estratégico de Sostenibilidad 2024-26 en su Informe de Sostenibilidad 2024, un documento dirigido a todos sus grupos de interés y que integra su impacto y sus avances en los tres ejes principales de la sostenibilidad: ambiental, social y de gobernanza. Las páginas de este informe son un testimonio de los esfuerzos de la compañía para que el hilo azul no se rompa y continúe uniendo personas, territorios y oportunidades.